Los potenciales impactos ambientales adversos asociados con la generación de energía eólica son pocos, pero afectan aspectos sensibles para las poblaciones próximas a los parques. Uno de ellos es la modificación de los niveles sonoros ambientales debido al funcionamiento de los aerogeneradores. Para predecirla, usualmente se aplica la metodología de cálculo que propone la Norma ISO 9613-2 (1996).
Hace pocos años comenzaron a aparecer críticas fundamentadas a esa metodología, debido a subestimaciones importantes en las predicciones en un caso de repercusión internacional (Van den Berg, 2006). Desde entonces, se ha venido desarrollando fuerte actividad de investigación a nivel internacional para resolver este problema, a la que el IMFIA no ha estado ajeno. En 2011-2012 ha llevado adelante un trabajo con el MIEM tendiente a proponer una metodología para estudiar el impacto acústico de aerogeneradores de gran porte en ambientes rurales. Los resultados obtenidos entonces constituyen el punto de partida del proyecto que aquí se presenta.
El objetivo es desarrollar un modelo ajustado a la realidad nacional para evaluar el impacto acústico de aerogeneradores de gran porte, que permita realizar una predicción confiable de los niveles de presión sonora esperados en el entorno y del nivel de molestia esperable para la población asentada en su área de influencia directa.
Además de aportar a la resolución del problema de cómo predecir confiablemente los niveles sonoros, aún no laudado internacionalmente, dos de los aspectos innovadores merecen ser destacados: se realizarán mediciones de vibraciones en puntos en que también se medirán niveles sonoros para mejorar la comprensión de los fenómenos físicos y en consecuencia mejorar su descripción en la modelación; y se realizará un sondeo de opinión para establecer una curva inicial de correlación entre niveles de ruido y niveles de molestia para la población uruguaya, la que deberá ser a futuro perfeccionada.