La diversificación de la matriz energética nacional es necesaria para mantener la
independencia energética y sostener el desarrollo económico del país a mediano y largo
plazo. Si bien en el largo plazo es posible esperar una economía basada mayoritariamente
en el hidrógeno como medio de generación energética esto no es esperable durante los
próximos 30 a 50 años. Las mayores dificultades que existe en la actualidad para la rápida
introducción del hidrógeno en la economía, que depende globalmente de combustibles
fósiles, son el alto costo asociado y largo tiempo requerido para la sustitución o adaptación
de la infraestructura necesarias que incluye fabricación de vehículos, producción masiva y
segura del combustible e implementación de una red de distribución y abastecimiento. Una
alternativa viable para comenzar la diversificación y el paulatino ingreso a la economía del
hidrógeno a escala global es la inicial sustitución de hidrocarburos pesados (carbón,
petróleo, naftas, aceites) por hidrocarburos livianos como metano obtenidos de fuentes
fósiles (gas natural o a través de procesamiento de hidrocarburos pesados) o alternativas
como el biogás, para la generación estática o móvil de energía utilizando dispositivos de
mayor eficiencia que los medios de generación actuales.
Basados en la experiencia adquirida en la última década por integrantes del Cryssmat-Lab.
y el interés existente en jóvenes ingenieros y estudiantes de Facultad de Química se
propone la primera etapa de un proyecto a 6 años que culminará con la producción y
caracterización de Celdas Combustibles de Oxido Sólido (SOFC) con conocimiento y
tecnología nacional. En esta primera etapa se encarará el diseño, preparación y
caracterización de materiales para cátodo y electrolito de SOFC y pares cátodo-electrolito.
Posteriormente se estudiarán el ánodo y su relación con el resto de la celda para concluir
el proyecto de largo alcance en la producción y testeo de una SOFC producida
completamente con conocimiento local.