El aumento en las ventas de vehículos eléctricos ha provocado que las empresas que los comercializan comiencen a pensar en la manera de reciclar estos dispositivos. Ante esta perspectiva, algunos organismos apuntan que para 2030 se multiplicará por 25 el volumen actual de baterías en el mercado. Atendiendo a estas cifras, y teniendo en cuenta que cuando dejan de tener utilidad para circular conservan aún una capacidad residual significativa, esta propuesta contempla el estudio de posibles aplicaciones estacionarias antes de su reciclado final. Las baterías, convenientemente adaptadas, pueden seguir almacenando y entregando electricidad durante varios años más. Básicamente, se podrían utilizar para tres tipos de fines: acumuladores de reserva, complemento a energías renovables y disminución en el precio de la energía eléctrica.
Con el fin de evaluar estos posibles usos secundarios, éste proyecto plantea la caracterización electroquímica y el perfil energético de estos dispositivos. Se propone caracterizar las baterías en términos de potencia y energía necesarias, estudiando la variación de la energía entregada por el sistema al variar la potencia de carga. Asimismo, se estudiará la influencia de los diferentes parámetros de operación en la carga y el comportamiento de descarga. partir de las distintas técnicas de caracterización se definirán los parámetros característicos cuya variación en el tiempo reflejen el estado de salud de la batería. La ejecución de esta propuesta aportaría una metodología de trabajo para caracterizar desde el punto de vista electroquímico estos dispositivos. A través de la definición del perfil final de energía se generará una base de datos y experiencia tal que promueva lineamientos generales a nivel país aún inexistentes para testear las diferentes baterías en el mercado.
