El proyecto sucroalcoholero del norte ALUR, que recompone la industria de la caña de azúcar, se redefine en el 2006 como agroenergético, incluyendo la producción de energía eléctrica y etanol.
La producción de cementos inorgánicos y orgánicos hace elevar el consumo de derivados del petróleo y de combustibles fósiles, por la emisión de gases altamente nocivos para la capa de ozono, tales como los de tipo NOx, CO2, fluorinados, y dioxinas entre otros. Por ello, la sustitución, así sea parcial del cemento y de los plásticos por otros materiales, y mejor aún si estos son a su vez desechos o subproductos agroindustriales, es una opción altamente atractiva para reducir sensiblemente el problema, y en consecuencia propiciar un ahorro energético y una menor afectación al ambiente. (CYTED, fundamentación 307AC0307 Residuos Agro-Industriales, 2006)
Las nuevas tendencias en el desarrollo del hormigón, van orientadas a la búsqueda de un material de menor impacto medioambiental y un diseño basado en desempeño, donde han tomado relevancia la potencialidad del uso de filleres y puzolanas, obtenidas a partir de la transformación de residuos agroindustriales.
La hipótesis del proyecto “Posibilidades del uso de la ceniza de bagazo de caña (CBC), como adición al cemento Pórtland” es que, a partir del CBC, mediante un adecuado proceso de molienda, se puede obtener una adición mineral activa. Para el estudio se usaran CBC provenientes del ingenio de Alur en Bella Unión y el cemento Portland Ancap Paysandú, dada su cercanía geográfica.
Se plantea una estrategia de investigación experimental, en base a un cuerpo definido de ensayos de laboratorio y observaciones a nivel de micro estructura que permitan caracterizar al material.
Se definen dos etapas, la primera para la caracterización del CBC y la segunda de ensayo de propiedades como adición al cemento, en morteros de arena y cemento.